Vida Salvaje

En lo más recóndito de la selva brasileña, el rocker Lenny Kravitz transforma una olvidada plantación de café en un edén artístico.

- Mayer Rus

Lenny Kravitz sabe un par de cosas sobre la seducción. Siendo un músico ganador del Grammy —y como diseñador—, ha labrado una extraordinaria idiosincrásica visión que mezcla géneros, periodos, estilos e influencias paradójicas. A sus 54 años, la estrella de rock sigue siendo uno de los tipos más cool del mundo, superando constantemente las expectativas y forjando nuevos caminos para la expresión artística.

Página anterior Lenny Kravitz con camisa y jeans vintage de Tom Ford para Yves Saint Laurent, en su casa de descanso en Brasil. Estilismo de moda por Rodney Burns.

Desde que fundó Kravitz Design hace 16 años, ha vestido espacios públicos y suites para hoteles en Miami, Las Vegas, y Toronto, y ha desarrollado productos que van desde mobiliario y herrería hasta papel tapiz y baldosas de cerámica de estética osada. Incluso, diseñó una cámara para Leica, y un reloj para Rolex. Y, actualmente, está a cargo de concebir los interiores de 75 Kenmare, un edificio nuevo de departamentos en el barrio de Nolita, en Nueva York. Sin embargo, uno de sus proyectos más fascinantes ha sido la continua reinterpretación de una plantación brasileña de café a las afueras de Río de Janeiro, que data del siglo XVIII.

Murales inspirados en palmeras, pintados por Wyrick, cubren las paredes de la master suite. Par de sillas de madera por Zanini de Zanine, y mesa Cocktail laqueada de Willy Rizzo.