La llamada que salvó a Sebastian

Ayudó a nacer a su hijo gracias a un trabajador de emergencias al teléfono

- Mário Costa

AI teléfono, Fernando Silva se movilizó para salvar la vida del bebé.

ERA UN DÍA NORMAL de trabajo para Fernando Sá e Silva en el Centro de Orientación de Pacientes Urgentes de Lisboa, donde trabajaba en el turno de noche. Trabajador del Instituto Nacional de Emergencias Médicas durante los últimos 20 años, este hombre soltero de 43 años, tenía mucha experiencia. Aquel 29 de abril de 2022, coordinaba a los demás operadores que respondían a las llamadas en la capital portuguesa y se aseguraba de que enviaran la ayuda necesaria: policía, ambulancia o ambas.

Sobre las 4:30 de la mañana recibió una llamada. "¡Mi mujer va a dar a luz!", dijo un hombre. Para Silva, no era nada nuevo; había ayudado a muchos padres jóvenes en esa situación. Tranquilizó a Jairo Guilherme, de 35 años, y le hizo varias preguntas. La madre estaba embarazada de casi nueve meses. Había roto aguas, pero las contracciones duraban más de cinco minutos.

"No te preocupes", tranquilizó al padre. "Mandamos una ambulancia allí". Antes de despedirse, le indicó a Guilherme cómo ralentizar el parto.

"Haz que tu mujer se tumbe. Eleva su pelvis con una almohada".

Pero menos de cinco minutos después, Guilherme volvió a llamar, presa del pánico. "¡Veo un pie!", le dijo a un compañero de Silva. Silva tragó saliva. Oh, no, pensó. No solo el bebé venía demasiado deprisa para la ambulancia, sino que era un parto de nalgas, uno de los más peligrosos.