El mejor regalo de mi vida

A veces, los regalos más sencillos son los más significativos. Nuestros lectores por el mundo recuerdan aquellos regalos que nunca olvidarán

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DE PEQUEÑA me encantaba escribir. Unas navidades pedí una máquina de escribir y, debe ser que a los Reyes Magos les venía mal, porque me dejaron un “vale” por una máquina de escribir que nunca se llegó a materializar.

Ya de mayor, dudé si dedicarme al periodismo o a la psicología… Finalmente opté por esta última, y me encanta mi profesión… ¿fue una señal?.

AMIRA BUENO, España

MI HERMANO ME REGALÓ un precioso colgante con forma de corazón cuando cumplí 16 años. Se convirtió en algo muy valioso para mí que reservaba para ocasiones especiales. Un día, 30 años más tarde, desapareció. Me quedé destrozada. Busqué por todas partes, pero no logré encontrarlo.

La Navidad siguiente, mi marido y mis hijos estaban extrañamente ansiosos porque abriera un regalo en particular. Mi marido había encontrado el colgante. Lloré mientras lo abría. Ahora, cada vez que lo uso, me aseguro de guardarlo bien.

JULIE OLIVER, Canadá

MI HERMANA FUE LA ARTÍFICE DEL reencuentro con el hombre que había sido mi marido. Ella comprendió las razones de nuestro divorcio y entendió que no nos habíamos separado porque no nos quisiéramos sino por circunstancias de la vida.