HOMBRE DE ACERO, CORAZÓN DE PELUCHE

EL HÉROE DE KRYPTON REGRESA CON UNA MISIÓN DOBLE: DEVOLVER LA BONDAD AL MUNDO... Y SALVAR EL UNIVERSO DC. SU DIRECTOR Y PROTAGONISTAS NOS CUENTAN QUE LO HA CONSEGUIDO

- Rubén Romero Santos

James Gunn, director y guionista del nuevo Superman, tiene la misma sonrisa que todos los frikis que han conseguido triunfar en la vida. La suya es casi una historia más increíble que la del hijo de Jor-El. Poco podía imaginar el muchacho que se crio en la serie Z de la cochambrosa productora Troma y su Vengador Tóxico que acabaría por ser el responsable de un todopoderoso estudio como Warner. Ni en sus mejores sueños creía que, cuando intentaban retorcer los tropos superheroicos en filmes como The Spe-cials (Craig Mazin, 2000) o Super (Gunn, 2010) acabaría por llevar las riendas de las adaptaciones de DC Comics. Su éxito es un cuento de hadas contemporáneo que ejemplifica cómo ha cambiado la industria del cine (y los especta-dores en el siglo XXI).

Abajo, izq.: Nicholas Hoult, derrochando maldad como Lex Luthor: dcha; Nathan Fillion como Guy Gardner, el Green Lantern más impresentable de la galaxia.

Enfrentado al superhéroe primigenio, Gunn ha tenido una idea revolucionaria: en un mundo como el actual aso-lado por el cinismo y el descreimiento, solo Superman tiene el superpoder de devolvernos la humanidad. "Algunos ven a Superman como anticuado o ingenuo, porque es un personaje intrínsicamente bueno. Internet ha creado una cultura de la queja en la que las personas buenas son obje-to de burla. Esta película intenta rescatar la bondad. Creo que eso es algo a lo que el mundo debe regresar con urgen-cia. Eso es lo más importante para mí". David Corenswet, conocido principalmente por la serie Hollywood