El amor contra el Ozempic

Tras Girls, Lena Dunham regresa a la pequeña pantalla con Sin medida, otra historia sobre los problemas de hacerse mayor y encontrar el amor, interpretada por Megan Stalter POR Rubén Romero Santos

- Rubén Romero Santos

Sobre estas líneas, la actriz Megan Stalter, en el papel de Jessica, personaje principal de la serie Sin medida.

Amada y odiada, no puede entenderse el audiovisual del siglo XXI sin Lena Dunham, la mujer detrás de la película Tiny Fur-niture (2010) y la serie Girls (HBO, 2012-2017). Convertida en un icono de la recién nacida generación millennial, se transformó en algo así como la versión nepobaby y femenina de Woody Allen. Después llegaron los escándalos, las polémicas, las enfermedades y una serie de decepciones laborales. Fracasos que, en la mayor parte de los casos, tenían que ver con la ambición de volver a firmar una pieza de ficción tan generacional como Girls. No lo ha conseguido hasta el momento, pero espera que su suerte cambie con su nuevo contrato con Netflix, del que Sin medida es su primera entrega. La serie narra las peripecias de una yanqui (interpretada por Megan Stalter, de Hacks) que se muda, por trabajo, a Londres, donde encuentra el amor en un exótico músico (Will Sharpe, de The White Lotus T2), entre citas a la novela y el cine romántico inglés y mucho choque cultural. Dunham nos contesta sorprendentemente afable y regalándonos los oídos: “Mi director de fotografía es español (Ricardo de Gracia) y le encanta CINEMANÍA, así que estoy muy emocionada”, nos cuenta.

Si le preguntamos por su mala suerte, Dunham lo achaca al contexto: “Cuando escribí