CIEN AÑOS de tinta y pasión

La maison del lujo en la cultura de la escritura celebra a uno de sus iconos, Meisterstück, con una colección que rememora su majestuoso proceso de diseño y evolución.

- GABRIELA ESTRADA

A través de la tinta, el mundo ha sido moldeado y reimaginado. Incluso en la era digital, persiste un encanto romántico en el acto de la pluma deslizándose sobre el papel, una experiencia íntima entre mente y mano que da vida a narrativas personales y universos nuevos, sin importar el género literario. Como afirmó la célebre escritora Virginia Woolf en su diario de primavera de 1925: “escribir es el placer más profundo; ser leído es solo un placer superficial”. En este contexto, un artículo de escritura de calidad es tan esencial como la pasión misma, y en el mundo de la escritura, nadie comprende esto mejor que Montblanc, la firma emblemática en el arte de escribir.

Desde su establecimiento en 1906, la maison Montblanc ha sido sinónimo de excelencia en la cultura de la escritura. Ha acompañado tanto a las historias íntimas y públicas de mentes destacadas, como al proceso creativo de apasionados aficionados y líderes de opinión. Este año la firma celebra el centenario de uno de sus iconos más queridos en la cultura de la escritura: la creación de Meisterstück, una “obra maestra” en todos los sentidos de la palabra.