El estilo morenovallista de Miguel Barbosa

En sólo seis meses Luis Miguel Barbosa ha gobernado Puebla con acciones y omisiones similares a las administraciones morenovallistas que tanto criticó. No sólo ha olvidado promesas de campaña, como la desprivatización del agua potable, sino que ha creado nuevos impuestos y aumentado el monto de algunos ya existentes. También mantiene procesos abiertos contra activistas ambientales y la persecución contra quienes llegaron a ser sus aliados políticos. En entrevista, algunos de los afectados hablan sobre esta peculiar gubernatura.

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PUEBLA, PUE.- Cuando asumió la gubernatura de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta ofreció “grandes transformaciones” para el estado. “Todo nuevo”, prometió. Sin embargo, en poco más de seis meses de gobierno su gestión ha sido cuestionada por replicar prácticas que él mismo criticó del morenovallismo, como la persecución y espionaje a opositores y exaliados, presos políticos, el apoderamiento de las instituciones y la intolerancia a la crítica.

Además, las primeras actuaciones de Barbosa han causado descontento social. Autorizó el alza en las tarifas del transporte urbano, creó y aumentó impuestos, ordenó el reemplacamiento vehicular y revivió las fotomultas de tránsito.

Además, el mandatario ha abandonado banderas de su campaña, como la desprivatización del servicio de agua potable y la cancelación de diversas obras que atentan contra el medio ambiente y las comunidades, conocidos como “Proyectos de muerte”.

El inicio de la actual gubernatura poblana también está marcado por la inestabilidad en su gabinete: en medio año ha tenido cinco nuevos secretarios.

De acuerdo con las más recientes encuestas hechas por Arias Consultores y Massive Caller, el mandatario poblano es de los peor calificados del país, ubicándolo en los lugares 32 y 29, respectivamente.

Sin compromiso

Para el académico, morenista y excandidato a la gubernatura en 2016, Abraham Quiroz, la administración de Barbosa no se distingue “absolutamente en nada” de los gobiernos del PRI y del PAN que lo antecedieron. “Reproduce los mismos vicios, procedimientos y formas del viejo régimen que Morena combatió”, critica.