ESCULTURAS DE LUZ

En un juego de reflejos y arquitectura, Chopard presenta en Nueva York su nueva colección Ice Cube High Jewelry. Piezas transformables, inspiradas en skylines urbanos y diamantes Art Déco, marcan un capítulo donde el lujo se viste de modernidad y arte.

- Por María José Guzmán

Nueva York siempre ha sido un espejo del tiempo, una ciudad que refleja el pulso del mundo. Durante la Semana de la Moda, sus calles vibran con creatividad, energía y la promesa de lo nuevo. En este contexto, la maison Chopard eligió el lugar y el momento exactos para revelar su Ice Cube High Jewelry Collection. El piso 55 de One Vanderbilt se transformó en un observatorio de lujo desde el cual se contemplaba no sólo el skyline de la ciudad, sino también la nueva visión de la alta joyería contemporánea. El cubo, elemento arquitectónico y simbólico, fue reinterpretado como una escultura luminosa, una pieza de arte portátil capaz de capturar la esencia de la modernidad urbana. La noche en Manhattan se convirtió en el lienzo perfecto para presentar una colección que habla de geometrías eternas, de la solidez de los materiales nobles y de la belleza efímera de la luz.

Desde 1999, Ice Cube ha sido un emblema del minimalismo sofisticado de Chopard. Su geometría depurada, inspirada en la pureza del cubo, lo convirtió en un símbolo urbano y contemporáneo. En 2024, Caroline Scheufele, Directora Artística de la Casa, reinterpreta esta idea con una cápsula de alta joyería que expande el lenguaje del diseño: más volumen, más movimiento, y más versatilidad. El resultado es una colección escultórica que se siente tan audaz como poética, concebida para una mujer cosmopolita que busca piezas inesperadas pero fáciles de llevar.