EMBARAZO Y PRIMEROS MESES DEL BEBÉ ADIÓS A LAS DISCUSIONES ENTRE GENERACIONES

Consejos dados con toda la buena intención del mundo, cada vez sientan peor a embarazadas y madres. ¿El motivo? Hoy disponemos de más información y muchos más conocimientos sobre infinidad de temas y esto provoca un cambio en cómo se actuaba antes y como se hace ahora. Gracias a los consejos de una matrona experta, se acabarán muchas discusiones entre diferentes generaciones.

- INMA COCA

LO QUE UNA EMBARAZADA puede o no comer, siempre crea controversia entre las diferentes generaciones. Lo mejor es dejarse guiar por el obstetra.

Tanto el embarazo como los primeros meses de vida de un bebé son épocas llenas de dudas, miedos e inseguridades. Unos meses en los que las mujeres se suelen sentir muy vulnerables y la pregunta sobre si se estará haciendo bien sobrevuela la mayor parte del tiempo. En esta fase se deben tomar muchas decisiones (no todas tan importantes como se cree en ese momento, aunque parezca que sí) y no siempre todos los consejos son igual de bien recibidos, sobre todo los que comparan o contradicen la información recibida por un especialista. Un buenísimo ejemplo es la de veces que una embarazada escucha eso de "en mis tiempos se comía de todo y no pasaba nada". Comentario que llega cuando a la embarazada se le hace la boca agua ante un alimento que el médico le ha dicho que no era conveniente.

Otros ejemplos los vemos en el postparto y los primeros meses de vida. La introducción de alimentos es una discusión básica en muchas familias, así como si se le coge mucho o poco, o si lleva chupete o no.

¿QUIÉN TIENE RAZÓN?

Celia Padilla, enfermera especialista en ginecología y obstetricia, nos ayuda a resolver algunas de las muchas dudas que surgen hoy día en la mayoría de los hogares.

Antes: Durante los meses de embarazo se podía comer "de todo" y pasaba nada".

Ahora: Es importante tomar precauciones en seguridad alimentaria y hay ciertos alimentos que, o se recomienda evitar, o se modifica la manera de tomarlos, ya que su consumo puede estar relacionado con la infección de distintos microorganismos que pueden dar lugar a complicaciones en el embarazo, como malformaciones, infecciones o parto prematuro. En este grupo destacan los embutidos y las carnes crudas, los quesos no pasteurizados, así como el alcohol.