JULIANNE MOORE: La vida comienza a los 60

Se trata de una de las actrices más respetadas de Hollywood y está haciendo lo que hasta hace poco la meca del cine consideraba inimaginable: tener papeles prominentes a los 60 años.

MONICA ISABEL PEREZ

Dice un viejo refrán que la vida comienza a los 40. Pero si algo nos ha enseñado la pandemia es que empieza hoy y cada día sin importar cuántos años tengas. A Julianne Moore los números han dejado de importarle desde hace mucho tiempo. Para la actriz, las viejas barreras de la edad no existen y le molesta que la gente se refiera a las mayores de 50 años como “mujeres de cierta edad”, una frase que es una especie de satanización, como si los años fueran un problema. Pero es que, durante largo tiempo, lo han sido. De acuerdo con el estudio It’s a Man’s (Celluloid) World: Portrayals of Female Characters in the Top Grossing Films of 2018, llevado a cabo en la Universidad de San Diego, en las películas de ese año 13% de las mujeres que aparecieron en pantalla era menor de 20 años, 29% estaba en sus 20; 28%, en sus 30; 16%, en sus 40; 8%, en sus 50, y únicamente 7%, en sus 60 o más. Y ello ocurrió hace dos años, así que la representación de las mujeres está sesgada a la famosa y excesivamente glorificada “flor de la vida”, pero ¿qué hay del resto? ¿dónde se sitúan las vidas interesantes de las féminas mayores de 20 y 30 años? Moore responde esas preguntas a través de sus actuaciones, en las que no sólo explora el fascinante proceso de crecimiento personal aunado a la edad, sino también los distintos rostros de la feminidad.

En la Semana de la Moda de París.

Ser Julianne Moore

Aunque por su sofisticación y elegancia es el epítome de la mujer neoyorquina, Julianne nació en Carolina del Norte. Eso sí, tuvo un espíritu nómada desde muy joven. Debido a la carrera militar de su padre, vivió en diversas ciudades de Estados Unidos y cuando decidió convertirse en actriz, no dudó en mudarse a Frankfurt, Alemania, para luego volver a su país natal y establecerse en Boston y, finalmente, en Nueva York, donde vive hasta hoy día y por lo que es habitual creerla una nativa de la “Gran Manzana”.

Con sus compañeros de reparto de After the Wedding, Abby Quinn, Billy Crudup y Michelle Williams, así como con su esposo Bart.

Famosa por su larga cabellera roja, es una mujer idealista que no duda en luchar por lo que cree. Por lo tanto, se le relaciona siempre con los movimientos que buscan la equidad en Hollywood, aunque ella tiene una posición clara sobre que la lucha feminista no sucede ni debe ocurrir sólo en la industria del cine, sino en todo el mundo. Y, ahora, además de eso, enfrenta con dignidad de hierro el age shaming o miedo a envejecer típico de las pantallas del cine y la televisión, desafiando los estereotipos como nadie. Sólo hay que recordar, por ejemplo, cuando a los 56 aceptó modelar lencería para la firma Triumph luciendo gloriosa.

La actriz, en el Festival de Cannes (2018).

“Entre más envejezco, más me doy cuenta de que quiero ser auténticamente yo”.

“En Hollywood hay una regla no escrita: cuando una mujer rebasa los 40 años, los papeles que puede interpretar son los de la madre y esposa de alguien… y luego puedes regresar hasta que seas Betty White”, expresó la actriz Jenica Bergere al Huffington Post. Sin embargo, gracias a mujeres como Julianne y Jane Fonda, quien le lleva 22 años a la pelirroja, entre otras, por fin está quedando claro que las más jóvenes no son las únicas con una historia qué contar.