Notre Dame después del fuego

La restauración de la emblemática catedral de París honrará sus raíces medievales y al arquitecto, alguna vez vilipendiado, que salvó la iglesia en el siglo xix.

- Por Robert Kunzig. Fotografias por Tomas Van Houtryve

La herida en el corazón de Notre Dame por el incendio de abril de 2019, que destruyó su aguja y tejado, se ve desde arriba. La aguja de la catedral cayó a través de la bóveda de piedra, aplastó un altar y dejó un agujero bordeado por las maderas carbonizadas del tejado.

Primero fue el rescate. Ahora, la restauración.

Se necesitaron más de dos años después del incendio para retirar los maderos quemados, escombros y apuntalar las bóvedas y los contrafuertes para evitar un derrumbe catastrófico. Ahora los andamios llenan la catedral y por fin comienza la restauración. El primer paso: limpiar todas las superficies de polvo y residuos tóxicos del techo de plomo, que se fundió en el incendio.

La mayoría de lo sagrado o bello está intacto.

Maderas del tejado en llamas, grandes bloques de piedra caliza y 750 toneladas de roble y plomo de la aguja se estrellaron al interior de Notre Dame. Sin embargo, no se dañó ninguna obra de arte de importancia histórica y muy poco de los vitrales. “Fue un milagro”, dice la conservadora Marie-Hélène Didier. Capillas laterales como esta serán limpiadas y restauradas, algo que la mayoría necesitaba desde antes del incendio.

Las penas de la Virgen son evidentes.