Javier sin limite CAMARA

Parecería que después de triunfar en Hollywood ("Narcos", "The young pope") y de llenarse de premios, ya no tendría nada que demostrar. Pero aún conmociona.

- ESTER AGUADO

Hablar con él es como tomarte un refresco en un día caluroso: una experiencia gozosa y burbujeante. Nunca defrauda. Javier es cariñoso, divertido, natural y, a pesar de todos los años que lleva en esta profesión, se toma cada entrevista y cada papel como si fuera el primero. Y eso da subidón. Ahora estrena "Rapa" (Movistar Plus+), un thriller pergeñado por los hermanos Coira (los de la exitosa "Hierro") en el que encarna, de forma magistral y en seis entregas, a un profesor desencantado que es testigo de un asesinato. Le atrapamos en el ensayo de "Los farsantes" (Valle Inclán, CDN): sí, ha vuelto al teatro después de muchos años.

¿Cómo te sientes en el escenario después de 13 años?

Pues feliz, pero nerviosillo, porque no es como montar en bicicleta. El teatro hay que tonificarlo, ensayar muchísimo... ¡hasta 45 días! Eso es impensable en cine o televisión, claro.

¿Y lo de farsante te define como actor?

Claro. También histrión, comediante, cómico... Farsante me parece una palabra preciosa, que tiene mucho que ver con las historias que cuenta Pablo Remón, al estilo de un río o de una novela. Todos intentamos ocultar cosas, pero es imposible. Y llega un momento en el que te importa menos que se sepa todo.