Para GUSTOS...

COLORES, SÍ. EN TONOS CÁLIDOS O FRÍOS, EN TENDENCIA O ATEMPORALES… EN LO QUE EL ACUERDO ES TOTAL ES EN SU INFLUENCIA EN NUESTROS ESTADOS DE ÁNIMO. LA APARICIÓN DE UN LIBRO QUE ESTUDIA EL USO DEL COLOR EN EL DISEÑO DE INTERIORES NOS PERMITE PROFUNDIZAR EN EL TEMA

- Lucía Rosell

Te has preguntado al-guna vez qué es el co-lor? ¿Sabrías explicar el complejo proceso que nos permite percibirlo? Cuando la luz incide sobre toda superficie, esta absorbe determinadas longitudes de onda mientras que devuelve otras. Son estas ondas reflejadas las que generan el color. Pero, para que podamos apreciarlo, es necesaria una compleja interacción entre la física de la luz y la fisiología del ojo, además del profundo análisis que realiza el cerebro de cada persona para ello (aunque esta capacidad no sea exclusiva de los seres humanos, sino que muchas especies animales son también sensibles al color). Hasta aquí la teoría.

“Los hombres, por lo general, se deleitan con el color. La vista lo necesita no menos que la luz. ¡Qué sensación tan placentera la de ver un día nublado en el que los rayos del sol iluminan tal o cual porción del paisaje y hacen resaltar sus colores!”. Ni en su Teoría de los colores Goethe pudo dejar de ser romántico, aunque la imagen nos sirve para conectar la experiencia del color con las emociones humanas. Los colores a nuestro alrededor inf luyen –y mucho– en cómo nos sentimos y, por tanto, en nuestro estado de ánimo. Cada uno produce una sensación distinta según su tonalidad, pero, además, tanto nuestra cultura como las asociaciones emocionales que hacemos a nivel personal al experimentarlos juegan un papel muy importante en nuestra percepción del mismo, provocándonos sensaciones negativas o positivas.

COLORES QUE DUELEN