¿Por qué un hombre querría ser papa soltero?

Crece el porcentaje de aquellos que deciden asumir la paternidad en solitario, guiados por la convicción, voluntad y razón de quien sigue sus deseos y supera tabúes del pasado. ¿A qué se debe este cambio? Lee y entra –de la mano con Cosmo– en el increíble mundo de los nuevos papás.

​Por José Antonio Blasco C.

“En mi caso, ninguna mujer ha llenado mis expectativas para ser madre, muchas quieren seguir de fiesta y no tener responsabilidades. Quizá sea buena idea ser padre soltero, no le tengo miedo al futuro”. -Enrique, 29 años.

Adoptar sin pareja o ser padres a través de la maternidad subrogada (vientre en alquiler) suena con mayor frecuencia a nuestro alrededor. ¿Qué anima a los hombres a decidirse por estas opciones de vida? Rocío Sánchez, psicoterapeuta y educadora sexual especialista en asuntos de género, señala: “Actualmente es más difícil asumir una unión de compromiso, ya que tanto hombres como mujeres tienen dificultades para ceder ante el otro, de ahí que la parentalidad en solitario se convierta en una opción viable para satisfacer la necesidad de ser padre sin el desafío de establecer una relación de pareja”.

“Definitivamente los hombres ya no somos los mismos que antes, y lo digo en el buen sentido porque tenemos más libertad para decidir cómo queremos ser”. -Jorge, 32 años.

Si nos detenemos en la evolución que experimenta la masculinidad, el doctor Eduardo Ramos, sexólogo clínico, explica: “Los hombres, desde la infancia, desarrollamos la capacidad de querer ser padres gracias a los estímulos con los que vivimos desde niños, dentro y fuera de casa. Cuando llegamos a la vida adulta manifestamos lo aprendido por la mala educación –familiar y social– llena de prejuicios que nos imposibilitan expresar nuestros deseos, sentimientos y emociones, como la de ser padre, demostraciones consideradas como ‘femeninas’, así que optamos por comportarnos de manera tosca y violenta para ser aceptados por la sociedad. Hoy, los varones también estamos más liberados de un entorno machista y matriarcal, y mostramos nuestra capacidad económica, física y psicológica de forma inteligente para cuidar, educar y sacar adelante la vida de uno o varios hijos sin depender de una mujer; hoy simplemente creemos más en nosotros y en el ‘poder’ de lograrlo también”.

“No tener pareja no sería un impedimento para formar una familia”. -Alejandro, 28 años.

Larga y dura ha sido la batalla femenina por conseguir más oportunidades de vida y opciones laborales, y los avances de tal lucha son evidentes en todos los aspectos de nuestra cotidianidad, tanto que cabe preguntarse: ¿En qué cambia a lo masculino la independencia femenina? La psicóloga y sexóloga Mónica Mandujano nos da su interesante opinión sobre esto: “Hoy, las opciones y los constructos de lo que debe ser un hombre son más amplios. Una ventaja de esto es que cada vez más varones se están dando el permiso de verse como seres cariñosos, con la capacidad de cuidar y criar sus hijos. De igual manera, las prioridades de vida ya no son cumplidas solo en un orden establecido o edad específica, tener una pareja definitiva ya no es un hecho factible para todo el mundo, y la esperanza de crear una familia no es –necesariamente– una reacción de tener una unión estable. La ilusión de la paternidad está ahí y cada vez más individuos deciden tomar el control y hacer algo al respecto”, comparte.

“Prefiero educar a mi hijo a mi manera, sin que nadie se interponga en la formación, quiero que sea una mujer u hombre de bien”. -Alberto, 31 años.