El porno dentro del cine

La industria del cine porno lleva décadas siendo el fascinante objeto de estudio de los más variados realizadores

- Por Philipp Engel y Erika Lust

BOOGIE NIGHTS (Paul Thomas Anderson, 1997)

El clásico por excelencia si hablamos de porno dentro del cine. El genio de San Fernando facturó su primera gran obra maestra penetrando hasta el fondo la industria que floreció en el valle que le vio nacer, cual Hollywood alternativo. De hecho, su primera película conocida, The Dirk Diggler Story (1988), rodada en vídeo, ya era una tragicomedia inspirada en John C. Holmes. En el centro de un rutilante reparto coral, Mark Wahlberg es aquí el nuevo Diggler, un actor (anatómicamente) superdotado que cae en desgracia por culpa de las drogas.

STARLET

(Sean Baker, 2012)

Si en Red Rocket Simon Rex es un actor porno que vuelve a Texas, Sean Baker ya había convertido a Dree, la bisnieta de Hemingway, en una Barbie que aspira a practicar sexo ante las cámaras en el Valle de San Fernando, mientras traba amistad con una anciana. La estrella del porno Zoe Voss fue su doble de cuerpo en las escenas más hot.

X

(Ti West, 2022)

Un estiloso slasher que despedaza a una alegre troupe de aficionados que pretende rodar una de granjeras cachondas con astro de color en un rincón perdido de Texas. Gran reparto encabezado por la sensual Mia Goth, Martin Henderson de productor salido y Brittany Snow cual Marilyn de postín. EN CARTEL

WONDERLAND

(James Cox, 2003)

Val Kilmer fue John C. Holmes, esta vez con su auténtico nombre y centímetros y prostéticos, en esta reconstrucción de sus últimos y muy decadentes desvaríos, cuando andaba muy metido en drogas y se relacionaba con una banda de delincuentes de la avenida Wonderland, en Laurel Canyon (Los Ángeles). No podía acabar muy bien.