Ford Focus Active 1.5 Ecoboost 150 CV AT - Terapia Contra La Rutina

La familia Active cierra el círculo con una variante que llama la atención por estética. Permite afrontar pistas con garantías manteniendo el agradable tacto general y las maneras de otros Focus. A su vez, el tándem motor-cambio asegura prestaciones y un buen confort en marcha.

- Gregorio Arroyo

A MEDIO CAMINO ENTRE UNA BERLINA Y UN SUV, EL FOCUS ACTIVE NO TIENE RIVALES NATURALES

El Ford Focus siempre ha sido un generalista avan-zado. Ahora, ese éxito de todo lo que suena a SUV le ha salpicado de lleno dando lugar a esta versión de acabado Active, que se sitúa a medio camino entre la berlina y aquellos (como el Kuga, dentro de la marca) con todas las de la ley. Nada nuevo, porque la variante Focus Sportbreak sí tiene rivales tipo Skoda Scout y Volkswagen Golf Alltrack. El acierto es trasladarlo al cinco puertas, plano donde se mueve sin competidor. El que da primero...

MENOS DE LO QUE PARECE

Con el Focus Active ampliamos rango de acción, pero con limitaciones, sin venirnos arriba.

Sus armas saltan a la vista, con una estética más aguerrida gracias a nuevos paragolpes y placas pseudo protectoras. También incrementa la altura libre al suelo en 30 (delante) y 34 milímetros (detrás), además de ajustar suspensiones, estabilizadoras y geometría de bujes.

Para abandonar el asfalto con más solvencia, el asistente de conducción añade dos programas específicos en esta versión: uno ‘Resbaladizo’, para barro o nieve, y otro ‘Pista’, enfocado a tierra o arena.

Con todo ello pinta bien, pero el aviso de no crecerse está motivado porque la tracción es siempre delantera y los neumáticos son de enfoque claramente asfáltico.

TODO PARABIENES