La firma japonesa se apunta a la moda SUV cupé media con un modelo seductor, de hechuras premium, que no se lo pondrá fácil a los BMW X2 y compañía. Además de con motores vistos en otros Mazda, recibe un revolucionario propulsor de gasolina de 180 CV.
En materia SUV, y hablan-do solo de Europa, Maz-da ha centrando sus úl-timos esfuerzos en los CX-3 y CX-5. Desde esa experiencia, la firma nipona asalta el cada vez más boyante segmento todocamino cupé premium para hacer frente a modelos de la talla del BMW X2, el nuevo Land Rover Range Rover Evoque, el Lexus UX, el Mercede-Benz GLA o el Volvo XC40.
Lo hace con el CX-30, que basa estructura en el compacto Mazda3. Mide 4,40 metros de largo, 1,79 de ancho y 1,54 metros de alto (altura libre al suelo de 17,5 cm), y aplica sus recientes nociones estéticas conocidas como KODO. A ellas añade las consabidas protecciones plásticas en el perímetro inferior, para protegerlo lejos del asfalto (claro está, su espacio natural) y generar una estampa más robusta. También se sirve de tonalidades tan singulares como el Red Soul Crystal de las imágenes.
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