¿Su mejor amigo es un 'BOT'?

Los menores recurren a los 'chatbots' en busca de consuelo, compañía y respuestas. Aunque estas herramientas pueden ayudarles a desarrollar ciertas habilidades, también implican riesgos: desde la dependencia emocional hasta el aislamiento social. El reto está en acompañarles y fomentar una ALFABETIZACIÓN DIGITAL responsable.

- POR PAKA DÍAZ.

La distopía de tener un robot como mejor amigo es ya una realidad, y no sólo para los adultos.

El 67% de los adolescentes usa chatbots de forma habitual, según un reciente estudio de la Universidad de Stanford y la ONG de seguridad tecnológica Common Sense Media. Sus nuevos amigos tienen nombres como ChatGPT, Perplexity o CharacterAI. Un 12% asegura que lo hace porque «no tiene a nadie más con quién hablar», y uno de cada tres que es «como charlar con un colega». Sin embargo, los investigadores recordaron en la presentación del informe que «ningún menor de 18 años debería usar chatbots de IA como compañeros», y que acarrea una crisis de salud mental pública que necesita medidas preventivas urgentes, ya que, además, la edad de inicio es cada vez más temprana.

COPIANDO A LOS MAYORES

En una sociedad donde cada vez más gente consulta ChatGPT para pedirle consejo como si fuera su terapeuta -o un amigo-, no es de extrañar que los pequeños sigan el ejemplo. «Son nuestro reflejo, no hacen nada que no vean en nosotros. Por eso, mantener un diálogo con ellos y asegurarse de que tengan personas con las que conversar es fundamental», apunta Sara Degli-Esposti, investigadora científica en Ética e Inteligencia Artificial en el Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y autora de La ética de la inteligencia artificial (Catarata).

Para ella, hay preguntas con carga moral y emocional «donde la IA no puede sustituir al humano. A pesar de engañarnos con su perfecta ortografía, no está lista aún para transmitir valores y enseñanzas de vida».