EXCLUSIVA Las preocupaciones de Iñaki Urdangarin: "Necesita trabajar y pasar página"

El abogado del duque de Palma nos cuenta cómo se encuentra este ante su inminente divorcio de la Infanta Cristina

CUANDO en marzo del año pasado obtuvo la libertad provisional, suspendiéndose así de manera definitiva su condena por varios delitos económicos, pensaba que su tormento se había terminado. Por entonces, Iñaki Udangarin (55) finiquitaba también su contrato como consultor con el despacho Imaz & Asociados de Vitoria, que fue definitivo para que le concedieran el traslado a la cárcel alavesa de Zaballa y el posterior tercer grado.

A esta situación se unía su incipiente relación sentimental con Ainhoa Armentia, a quien había conocido en el despacho de abogados. Su romance se había hecho público solo un par de meses antes, poniendo así sobre la mesa su “interrupción matrimonial” con la Infanta Cristina (57) . Era un volver a empezar desde cero o, al menos, eso pensaba...

Puertas cerradas

Como les ocurre a la inmensa mayoría de las personas que han pasado por la cárcel, la reinserción en la sociedad es complicada. La sombra de la prisión es muy alargada y la de la soledad, también. Así lo ha podido comprobar Iñaki en este tiempo en el que, con la opinión pública en contra, “ha llamado a muchas puertas de viejos amigos y conocidos, que antes siempre estaban abiertas y ahora se ha encontrado cerradas a cal y canto”, nos aseguran.