El hidrógeno verde se ha está convirtiendo en el nuevo 'El Dorado'. ¿Por qué?

Autosuficiencia, abundancia y neutralidad ecológica son los principales atractivos de un sector energético que ha pasado de ser casi experimental a convertirse en la mayor aspiración energética del planeta (o al menos, eso dicen). Producirlo es complicado. Y muy caro, por ahora.

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Una elección europea

Alemania abrazó formalmente, el pasado mes de enero, el proyecto de impulsar el H2Med, el corredor de hidrógeno verde que ha de conectar la Península Ibérica con Francia y que se extenderá hasta centro Europa como medida para garantizar cierta autonomía energética tras la descarbonización.

Son cuatro los países que impulsan el primer corredor de hidrógeno verde de Europa, en medio de la actual crisis energética. Sus efectos no serán visibles, al menos, hasta el 2030,.

El hidrógeno verde (ver Integral 512) aparece cada vez con más fuerza como la solución estructural a los problemas de suministro energético.

¿Qué es el hidrógeno verde?

El atractivo del hidrógeno frente a otras fuentes energéticas es, sobre todo, su abundancia. Se trata de un elemento químico con amplia presencia en la naturaleza, es parte del agua, del aire que respiramos, unido al carbono formando compuestos orgánicos. Pero nunca se presenta libre, por lo que para liberarlo se necesitan técnicas químicas que, por ejemplo, rompan las moléculas del agua (H₂O) y liberen el hidrógeno (H₂) por un lado y el oxígeno (O) por otro.

Para realizar ese proceso, que podría denominarse fabricación u obtención de hidrógeno, hay diferentes métodos. Todos ellos necesitan una fuerte aportación de energía y según la energía que se utilice el hidrógeno es más o menos contaminante.

¿Qué tipos de hidrógeno hay?