LULA Y AMLO M UNA RELACIÓN AMIGABLE, COMPETITIVA Y DIVERGENTE POR ANTICIPADO

Con el tercer mandato de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, y lo que resta del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la región tendrá un inédito poder frente a otros bloques, dándole una capacidad de articulación que hoy no existe, advierten analistas consultados por Proceso. Sin embargo, pese a sus coincidencias ideológicas y políticas, puede haber fricciones entre Lula y AMLO debido a sus estilos de gobernar. De hecho, en la crisis de Perú ya afloraron las diferencias.

- RAFAEL CRODA

BOGOTÁ, COL.- Cuando Luiz Inácio Lula da Silva asuma por tercera vez como presidente de Brasil este 1 de enero, para cumplir un mandato de cuatro años, al mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aún le quedarán 23 meses en el cargo, lo cual producirá un hecho inédito: por primera vez las dos principales economías latinoamericanas estarán gobernadas por la izquierda.

Para el coordinador de la Escuela de Estudios Latinoamericanos y Globales (Elag), Pablo Gentili, esta circunstancia hará que la región tenga "un poder que nunca había tenido" frente a otros bloques, y abrirá la posibilidad de "revitalizar, como nunca antes", su proceso de integración.

López Obrador "tendrá en Lula un inmenso aliado, y Lula va a tener en López Obrador lo mismo porque hay una sintonía y una alineación de intereses entre los dos, y eso dará a la región una capacidad de articulación que hoy no existe", afirma el académico argentino radicado en Brasil, donde es profesor de la Universidad del Estado de Río de Janeiro.

Gentili dice a Proceso que el nuevo bloque progresista latinoamericano es más poderoso que el que había hace 15 años, cuando coincidieron en el poder Hugo Chávez (Venezuela), Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia), José Mujica (Uruguay), Néstor y Cristina Kirchner (Argentina) y Lula, que gobernó Brasil durante dos periodos consecutivos, entre 2003 y 2010.

En esa época México era gobernado por la derecha panista (Vicente Fox de 2000 a 2006 y Felipe Calderón de 2006 a 2012) y eso determinó que el proceso de integración se concentrara en América del Sur mediante la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), impulsada por Lula.