Los fabricantes nacionales de módulos solares quieren ganar terreno a las importaciones. Esta es parte de la estrategia.
En 2017 SolarWorld AG, pionera en la fabricación de paneles solares en Ale-mania, se declaró incapaz de cumplir con sus obligaciones financieras. El fundador de la compañía, Frank Asbeck, atribuyó la situación al dumping de precios de los productores chinos. Era el anuncio de una muerte anunciada que finalmente llegó en 2018 tras una serie de intentos por rescatar a la compañía y sus subsidiarias.
En México, la competencia entre fabricantes de módulos solares nacionales y de otras latitudes cada vez es más fuerte, a tal grado que ya ha causado estragos en la industria local, afirma Javier Romero, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Fabricantes de Equipos Fotovoltaicos (AMFEF). “Aceptamos que debe haber importación porque genera desarrollo; sin embargo, esta competencia ha sido desleal, en especial aquella que proviene de China”.
“Esta nos pone en desventaja en cuanto a precio, sobre todo en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM)”. Según Romero, casi la totalidad de los paneles que se colocan en ese mercado –que permite a la iniciativa privada competir en la distribución y la transmisión de electricidad– son importados. Los desarrolladores “no adquieren paneles nacionales, no por un tema de calidad, sino porque no son bancables”, afirma.
Diese Geschichte stammt aus der Julio 2019 - 281-Ausgabe von MANUFACTURA.
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