Asegurar la cobertura
Contratar un seguro siempre será de utilidad para procurar la continuidad de las operaciones, pero ¿cómo garantizar que el pago de la cobertura no sea parte de la contingencia?
Por Luz Elena Marcos
La noche del 5 de mayo de 2016 un incendio arrasó con todo lo que había en las bodegas de Steren, ubicadas en la colonia Popular, delegación Azcapotzalco. Un cortocircuito fue suficiente para terminar con los bienes de la comercializadora mexicana de productos electrónicos que estaban al interior del inmueble. Algunos de los empleados querían entrar para recuperar objetos personales, pero fue imposible: las llamas no daban tregua en los 5,000 m2 de las instalaciones.
León Shteremberg, director de la compañía, acudió al lugar tan pronto se enteró por redes sociales y directivos de recursos humanos.
La bodega quedó inservible y el fuego dañó algunas casas vecinas, pero todo –comenta– se resolvió debido al plan de prevención que tenía la empresa y a la asesoría de su agente de seguros, a través de un abogado externo de Steren. El director agradeció estar cubierto contra incendios: “el primererror que mucha gente tiene es pensar que un seguro es un gasto innecesario en donde hay que ahorrar lo más posible en él”.
Steren pudo reponerse del siniestro con facilidad, pero no todos los casos terminan igual. Fue el caso de Desarrollos Eólicos Mexicanos de Oaxaca, cuyas operaciones se vieron afectadas tras el sismo del 7 de septiembre de 2017. La compañía sufrió daños en diversos tramos de aerogeneradores que fueron reparados en su totalidad hasta junio de este año, luego de que los inversionistas dieron más de 5 millones de pesos ante el incumplimiento de las aseguradoras HDI Global, Royal & Sun Alliance y Generali SA, según informó a la Bolsa Mexicana de Valores. No fue todo, los inversionistas demandaron a las firmas.
Este es un caso extremo de las diferencias que pueden presentarse entre aseguradora y cliente tras un incidente. Pero existen otras alternativas.
Herramientas de conciliación
Recaredo Arias, director general de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), menciona que en caso de que una empresa no esté conforme con el dictamen de su aseguradora, puede recurrir a un peritaje para tratar de conciliar.
Fue el caso de Steren tras el siniestro. La aseguradora ofrecía una remodelación de las instalaciones; sin embargo, el perito externo determinó que lo mejor era demoler la estructura e iniciar cimientos desde cero.
“En el peor de los casos se puede llevar el caso a Condusef (instancia que trata de hacer que concilien ambas partes), y en caso de que no se pueda, se van a juicio”, reconoce Arias, de la AMIS.
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Septiembre 2019 - 283