La llegada de BIVA abrió la competencia en un mercado que por más de cuatro décadas tuvo un solo participante. Las empresas aún prefieren a la vieja conocida.
La mesa para el festín estaba puesta: el prospecto, los inversionistas, incluso, el mercado. Infraestructura MX decidió en 2017 que la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) sería el destino para la salida de la FibraMX, la primera fibra E que se listaba en el mercado, después de una sequía de casi un año.
En cuestión de meses, las cosas cambiaron. Fibra- MX optó por el buffet ofrecido por la nueva del mercado: la Bolsa Institucional de Valores (BIVA). En abril de 2019, la fibra decidió hacer su listado en BIVA, que hizo una labor de promoción exhaustiva para lograr seducirla, cuenta Rodrigo Velasco, director general adjunto de BIVA.
Esta promoción y la visibilidad que ofrece es el principal diferenciador de BIVA frente a la BMV, dice Velasco. Algo que se nota en la creación del FTSE BIVA, el índice bursátil de la nueva bolsa. Frente al principal índice de la BMV (el IPC, que tiene a las 35 empresas más grandes del mercado), el FTSE BIVA no tiene un número definido de integrantes y está compuesto por una mezcla de pequeñas, medianas y grandes firmas.
This story is from the Agosto 01, 2019 edition of EXPANSIÓN.
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