Ahora sí hay pelea

el salto cualitativo protagonizado por el scala respecto al spaceback permite enfrentarle ya sin complejos a los ‘gallitos’ del segmento compacto, como el Focus. el checo es intratable por habitabilidad y sentido práctico, mientras su rival es una referencia dinámica. aquí, los dos apuestan por pequeños motores tricilíndricos; el duelo está servido.

- Gregorio Arroyo

Hasta ahora, Skoda no tenía un compac-to competitivo. Salvó el trámite con el Spaceback, modesto, económico y práctico, pero en el cuerpo a cuerpo no aguantaba el pulso con los ‘gallitos’ del segmento. Ahora la cosa cambia.

El nuevo Scala ya es capaz de entablar batalla sin complejos porque es un vehículo redondo en todo. Por eso lo enfrentamos al Ford Focus, una de la referencias en este tamaño.

El Scala nace de la plataforma MQB A0, es decir, la que destina el Grupo Volkswagen a sus modelos utilitarios. Pero que nadie se alarme: su modularidad le permite estirar la distancia entre ejes por encima de algunos rivales y, lo más importante, metro en mano es de las mejores opciones si buscamos habitabilidad en las plazas traseras.

El Focus es dos centímetros más largo y muestra un aspecto más deportivo, pero para gustos, los colores. Dentro la ergonomía y disposición de muchos mandos es similar, con pantallas táctiles por encima de las salidas de aire, la mejor opción. En ambos hay acabados con zonas mullidas y aunque la sensación de calidad es superior en el Ford, el Scala es el rey de lo práctico, con numerosos huecos y soluciones que hacen más fácil el día a día. Además, puede optar a un cuadro digital que no contempla su rival

SÚPER HABITABLE Y CAPAZ