Gatos vs. Aves: las líneas de combate

Los gatos matan miles de millones de aves. ¿Deberíamos acabar con ellos? Un entusiasta de ambos busca una mejor solución.

- Por Noah Strycker

A BERNSTEIN LEGUSTA observar aves casi tanto como a mí. Él es un gato atigrado de tres años, de pelo corto y buen trato, cuyas otras pasiones incluyen los apuntadores láser, las ligas para el pelo y el hilo dental. En lo que a mí respecta, soy un rubio de 33 años que siempre ha preferido los gatos como mascotas. Bernstein y yo convivimos en la sala para contemplar colibríes y carboneros comunes en su hábitat natural, fuera de nuestra ventana.

Cuando rescataron a Bernstein del granero donde lo habían abandonado era muy pequeño. Fue afortunado y muchas veces me he preguntado si su personalidad afable no se debe en parte a su gratitud eterna por haber eludido una vida de hambre, refugios y otras circunstancias propias de los felinos asilvestrados.

Sin embargo, ni la naturaleza ni la crianza pueden anular el instinto felino; como por desgracia me lo recordó la primavera pasada. Una tarde calurosa dejé que Bernstein saliera al patio a tomar el sol. Se ausentó sospechosamente por unos minutos y regresó orgulloso con una bola de plumas: un hermoso zorzalito de Swainson moteado de 28 gramos que había volado miles de kilómetros desde Centroamérica hasta Oregón para cantarle a una pareja en mi jardín. Estaba muerto.

No podía culpar a Bernstein, había puesto en práctica sus instintos. De todas formas se me rompió el corazón cuando sentí aquel zorzal frío en las manos.